#20 Leyendo Reyes Parte 1

Recuerde que estamos siguiendo la historia cronológica en el fluir del tiempo de cada período; no seguimos la lectura en el orden de organización de los libros. Después de los libros de 1 y 2 de Samuel (la historia y el reinado de David) se da el inicio del período de los Reyes que continua en los tomos a continuación. Junto con los reyes aparecen los famosos profetas mayores y menores. 

La saga de Reyes es muy compleja y no está narrado según la historia, sino en tres grandes partes. Por eso condensaremos el contenido en la perspectiva de tres bloques. Es un enfoque que ayudará a entender toda la saga de una manera más simple conquistando en los detalles cronológicos de los Reyes (dividido en 3 partes): la cabeza, el cuerpo y la cola. En esta primera sesión vamos a conocer la primera parte de la saga: la cabeza.

Diagrama pez de 1 y 2 de Reyes

A modo de introducción

De todos los libros del Antiguo Testamento, los libros de Reyes son un tomo al que se le atribuyen más libros; es como un tallo de papa que cuando la sacas ves otros libros que cuelgan de sus raíces. Sí, hemos llegado al famoso y complejo Reyes. Se requiere de mucha concentración en este período.

El primer libro de los Reyes es un registro de la historia de Salomón, Jeroboam (Norte de Israel) y Acab (Norte de Israel); de sus 22 capítulos, encontramos que el autor dedica 20 a estos tres personajes y los otros dos recuentan brevemente los otros reyes del Norte de Israel y de Judá. El primer libro de Reyes se centra en el Norte de Israel a partir de la división en dos reinos (Norte: Israel y Sur: Judá).

Aquí se encuentran los ministerios de Elías y Eliseo que comienzan con el rey Acab, rey del Norte de Israel (1 Rey 16:29) y terminan en 2 de Reyes capítulo 13 con Joacaz. El segundo libro de reyes contiene 25 capítulos y la historia de los profetas se extiende desde la mitad del primer libro hasta la mitad del segundo libro (o sea casi un 75% de toda la saga de 1 y 2 de Reyes se dedica a las actividades de Elías y Eliseo).

Es decir, la primera mitad de la saga de 1 de Reyes narra los reinados de los reyes Salomón y Jeroboam; y la segunda mitad de 1 de Reyes y la primera mitad de 2 de reyes narra los reinados de los reyes enfocando el ministerio de Elías y Eliseo (profetas del Norte de Israel).

A partir del capítulo 17 de 2 de Reyes termina la historia de Israel del Norte porque es destruida por Asiria; es la ruina del Norte. Luego narra solo la historia del sur: Judá; comienza con el reinado de Ezequías (2 Rey 18) y desde él sigue la historia de los reyes de Judá donde aparecen signos de destrucción del reino del Sur (Josías, Joacim, Joaquin y Sedequías); con ellos termina la historia de los reyes.

A partir de Ezequías aparecen los profetas del reino de Judá (Isaías, Miqueas, Nahum, Jeremías, Habacuc y Sofonías) anunciando la caída del reino del sur. Desde la segunda mitad del libro 2 de Reyes se describe la relación de los reyes junto con los profetas. Es decir, los libros proféticos del Antiguo Testamento encajan en la historia de 2 de Reyes.

En el diagrama anterior encontrarás un resumen visual de Reyes dividido en 3 partes. Vamos a ir añadiendo a este gran esqueleto a medida que continuemos el estudio de Reyes y más allá. Recuerda que algunos libros poéticos y los libros proféticos son del período de los Reyes. Es necesario entender cada detalle más y más para poder disfrutar de La Biblia cada vez más y más.

La Biblia nuestro pan de cada día, es el plato principal para nuestra alma y es como un gran montón de ingredientes maravillosos, que a veces necesitan un poco de clasificación y preparación antes de su consumo.  Por ejemplo, algunos alimentos puedes consumirlos de forma inmediata, como una sandía, solo debes partirla y comerla (así mismo el libro de Proverbios, su contenido es fácil de consumir); pero otros alimentos requieren de más preparación, cocción o refrigeración, por ejemplo, la pata de una vaca debes hervirla y cocinarla antes para un delicioso caldo con un buen sabor (así mismo curiosamente la mayoría de La Biblia requiere una cierta cantidad de “cocción” para conseguir su riqueza). Los libros de los Reyes es uno de esos libros que requieren de más preparación antes de ser disgustados; lo importante aquí no es la receta sino la analogía en sí.

Hay una parte detallada e importante adelante; por esto es importante aprender y aprender nuevamente. De hecho, muy seguramente no entenderás este contenido con una sola lectura y se hace necesario mirar, leer y releer cada detalle una y otra vez.

Por eso desde un principio cuando inicié este proyecto de Blog, enfatizo que no se trata solo de estudiar, de adquirir información o conocimiento de la historia ¡No! Es algo más allá… es entender, comprender y conocer a Dios Nuestro Señor a través de Su Palabra que es la Escritura más real, viva, eficaz y trasformadora de toda la Eternidad, y para ello, pedimos la iluminación y sabiduría del Espíritu Santo. Y aquí en Reyes se necesitan recoger algunas perlas invirtiendo nuestro tiempo y estudio ¿Quiere recoger conchas a la orilla del mar o quiere sumergirse en las profundidades y recoger las perlas?

NOTA: los dos libros de Reyes se centran en la historia del Reino del Norte de Israel, por eso hablaremos mucho de este reino mientras estudiemos Los Reyes. Por el contrario, los libros de Crónicas se centran en la historia del Reino del Sur de Judá que estudiaremos más adelante. 

Tabla de los reyes 

Dividimos los dos libros de Reyes en 3 partes (la cabeza, el cuerpo y la cola). Veamos la primera parte: 

1) La cabeza (la división del reino: 1 Reyes 1-14)

a. El reinado de Salomón (1 Rey 1:1-11:43)

La parte de la cabeza comienza con el reinado de Salomón. Trata la historia de la lucha por la ascensión al trono del reino de David entre los príncipes herederos, la sabiduría de Salomón y la organización de su gobierno, la construcción y dedicación del Templo, la gloria y la decadencia de Salomón.

Salomón fue famoso por ser un gobernante de Israel de acuerdo con la voluntad del verdadero Rey, pero luego va a la ruina por aceptar a los dioses de sus esposas y concubinas traídos a Israel (1 Rey 11:1-13) Se apartó de Dios por miles de mujeres paganas mediante pactos políticos. 

También es conocido por la construcción del Templo que se inició en el cuarto año de su reinado y se terminó en 7 años; Luego construye su propio palacio que le tomó 13 años. Al igual que su padre David, Salomón reinó por 40 años y dedica 24 años en la construcción del Templo y su palacio. Solo le quedaban 16 años para gobernar el pueblo obedeciendo La Palabra de Dios, pero en su lugar se dedica a construir altares de culto a dioses de sus esposas paganas y abandona la fe. Por tanto, la magnífica pero triste historia de Salomón comienza en 1 de Reyes.

b. El reino dividido (1 Rey 12-14)

Durante el reinado de Roboam, hijo de Salomón, ocurre un evento significativo: la separación del reino, Israel se dividió en dos (Norte: Israel & Sur: Judá). Los primeros reyes de la división de Israel y Judá son Roboam y Jeroboam; no son hermanos; Roboam es hijo de Salomón que es linaje de David y Jeroboam es un súbdito general de Salomón que se rebeló contra el trono. Es importante recordar que el reino se divide en Norte y Sur después de Salomón, ya que este es un evento marcado en la historia a continuación.

Nota: a partir de la división del reino, cuando leas Israel se refiere al reino del Norte y cuando leas Judá se refiere al reino del sur.

Las divisiones históricas en el cuerpo de Cristo no evidencian beneficios de la división de la Iglesia. Aunque los reinos son divididos en el elegido (Judá) y no elegido (Israel), no significa que la gente del sur de Judá fuera más justa o buena que la gente del norte de Israel. Ambas partes tenía la culpa y se produce la división; Dios escogió a David para cumplir su promesa y mantener su reino para conservar el pueblo de Judá.

La separación del reino se produce por la mala política de Roboam; sin embargo, la razón principal de la separación fue Salomón, su padre. Porque el rey salomón se había centrado en la construcción del templo y de su palacio -el pueblo no paró de trabajar por 20 años- esto hizo que se cobrarán impuestos al pueblo para realizar las construcciones y forzó a los israelitas a trabajar arduamente en ello. Por eso Salomón sobresalía en su gobierno por la fuerza a base de sangre y sudor a costilla del pueblo y no por gobernar con los principios del Reino de Dios.

Por esto, casi al final de su reinado, las personas que habían nacido en estas cargas se sentían descontentos con su gobierno, el general Jeroboam captó ese espíritu de descontento entre la gente; y el pueblo se sublevó contra el gobierno de Salomón por tanto cansancio y fatiga. Luego Salomón al sentir esa rebelión echó a Jeroboam fuera de su reino y luego Salomón se fue a Egipto. En fin, su hijo Roboam inició su reinado con el descontento popular y rebeldía de un pueblo; heredó la antipatía política y disturbios civiles a causa de su padre.

Sabemos que el rey David, abuelo de Roboam, tampoco fue reconocido como rey de las 12 tribus desde el inicio de su reinado; fue aceptado por primera vez por Judá, su propio pueblo, aun cuando trataba de sobrevivir la persecución del rey Saúl para matarlo; solo después de casi 8 años como rey de Judá logró que todas las otras tribus se unieran a su reinado y unificar un solo reino. Entonces vemos que desde antes de David existía una separación en dos grupos y solo el rey David fue capaz de unirlos y entabló buena relación con todos.

Pero durante el reinado de Salomón las diez tribus comenzaron a rebelarse contra la dinastía davídica. Tal vez si su hijo Roboam hubiera entendido, controlado y abordado la situación de descontento aplacando la ira del pueblo hubiese evitado extenderla y la división no habría ocurrido. Pero Roboam no logra comprender la situación social del pueblo y pierde 10 tribus, quedándose solo con Judá y Benjamín. Y aquí el reino se divide, pacíficamente, en dos reinos (1 Rey 12). No hubo una guerra civil de violencia durante el proceso de división.

Los israelitas querían un rey que sea fuente manejable y fiable de la fertilidad ilimitada y la seguridad sin necesidad de trabajar; y cuando ven que su rey en vez de darle… les quita… deciden rechazarlo. La Biblia repite una y otra vez: el pueblo de Dios lo rechaza como rey y Dios prometió un Salvador que lo rechazarían una y otra vez.

Las 10 tribus del norte piden a Jeroboam, al ex general de Salomón, que sea su rey en el Norte; y Roboam queda como rey en el sur. Sin embargo, Israel aún estaba sin un componente esencial que Judá tuvo: el avance religioso y cultural en Jerusalén (capital de Judá) donde estaba construido el templo. Jeroboam sabía que Roboam, era linaje davídico a quién Dios había prometido un trono eterno.

Jeroboam tuvo que haber sentido temor porque la gente de sus 10 tribus debía ir al reino del sur (Jerusalén) a adorar a Dios. Este era un traslado masivo hacia Jerusalén que atraía a su pueblo. Él sabía del amor y dedicación del pueblo para la construcción del templo que fue con mucho sudor y sacrificio de todos durante el reino unificado. Por eso, aunque el reino se haya dividido, el pueblo del reino del norte podía seguir yendo a Jerusalén para adorar a Dios. 

Entonces Jeroboam bajo esa presión y temor de perder su gente, construyó un altar de becerro de oro (Baal, dios de la fertilidad y abundancia) y le dijo al pueblo que ese era su dios que los condujo desde Egipto hasta la tierra de Canaán (puso dos dioses: uno en Betel y otro en Dan); el mismo que construyeron en el Monte Sinaí. También construyó lugares altos o santuarios. Además, no puso los sacerdotes de la descendencia de Leví, sino a cualquiera dentro de las 10 tribus que no fueran levitas. Jeroboam imita la religión de Judá y sus fiestas muy similar a la adoración del verdadero Dios cambiando las fechas. Además, se reveló a sí mismo como el dios de Israel.

Todas esas medidas fueron la causa del pecado del reino del norte contra Dios y por eso frecuentemente en Reyes se habla del pecado de la casa de Jeroboam (1 Rey 12:30); ese pecado de tratar de eliminar el Reino de Dios creando otra religión para reemplazarlo en la mente de las gentes. La frase “El pecado de Jeroboam, hijo de Nabat” se convirtió a partir de entonces en un eslogan que caracterizaba al reino del norte, porque los reyes que siguieron después de él seguían el camino de Jeroboam y su pecado (1 Rey 15:34).

A partir de la separación de los dos reinos: Israel se refiere al Reino del norte de Israel (Más tarde se convierte en Samaria, después de la conquista de Babilonia. Samaria se refiere a la capital de Israel). Recuerden siempre eso a partir del libro de Reyes. De los 22 capítulos del libro 1 de Reyes, catorce de ellos se dedican a hacerlo. 1 de Reyes se centra alrededor del Norte de Israel.

Nota: En la proxima sesión estudiaremos la segunda parte (el cuerpo) de esta saga... 



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