#23 Leyendo Crónicas Parte 1
Reescribiendo la historia
Los libros de Reyes y Crónicas registran la historia de los reyes de Israel ¿Por qué están separadas? Porque se hace necesario reescribir ese período para registrar lo que sucedió yendo un poco más allá, desde otra perspectiva. Es decir, aunque el reino cayó, ese no es el final… Dios tiene algo que decir.
Aunque todo estaba en ruinas, Dios aún tenía algo por decir: hay esperanza. Aun estando cautivos, Dios sigue hablando a través de Daniel, Ezequiel, Esdras, Nehemías, Ester, Hageo, Zacarías y Malaquías.
Ambos reinos fueron destruidos, tanto el Norte como el Sur; pero Dios continúa hablando a la gente de Judá del Sur: una declaración oficial que el Reino de Dios continua a través del trono de la línea de David ¿Recuerdan ese pacto de Dios con David? Recuerden esa promesa… Es un Trono Eterno que se cumple en Jesucristo.
Por esto Crónicas es diferente a los libros de Reyes; después de la división del reino en dos, Crónicas solo narra la historia de Judá continuando esa genealogía legitima del trono. Israel del Norte o Samaria no aparece más y de aquí en adelante solo se habla de Judá.
Revisa en un momento los dos últimos versículos de 2 de Crónicas y compáralo con los tres primeros versículos del libro de Esdras, idénticos ¿cierto? Sí, el historiador fue Esdras. Y este hombre de Dios reconoció la necesidad de restablecer el período después de la caída para así narrar desde Adán la historia del Reino de Dios una vez más (ver genealogía).
Por tal razón, Crónicas son libros que reorientan el enfoque del Reino de Dios que está por venir. Es verdad que el reino físico y material fue derribado y destruido, pero Dios nunca será vencido y su Reino sigue y seguirá creciendo a través del remanente que permaneció. En este caso eligió los descendientes de Judá que fueron capturados y Dios los levantó en medio de la deshonra, perdida, cautividad, esclavitud y el dolor.
Sí, el Señor levantó una nueva generación como Esdras, que estudiaron, vivieron y enseñaron la Palabra de Dios. Un remanente lleno del Espíritu de Dios para investigar, vivir y enseñar ¿te suena familiar esa necesidad hoy?
Esdras no fue parte de la generación cautiva cuando cayó el reino por Babilonia en el 605 A. C. Esdras regresó a Jerusalén unos 150 años después en el 458 A. C. Es decir, pasaron unos 150 años de cautiverio y Esdras fue un judío que nació en la jurisdicción de Babilonia y posteriormente pasó a manos del gobierno de Persia.
Esdras fue un maestro dedicado que estudió la Palabra de Dios (ley de Moisés hasta ese entonces). Además, era un sacerdote competente que participó activamente en la enseñanza hacia el pueblo remanente. Es importante recalcar el Poder que tiene el estudio de la Palabra para transformar una generación. Dios continuo la restauración de su Reino y siguió trabajando a través de aquellos líderes del cautiverio como Daniel, Ezequiel, Esdras, Nehemías, Ester, Hageo, Zacarías y Malaquías.
Dios hizo que los que volvieron del cautiverio pudieran escribir una nueva historia para recordar la identidad como pueblo de Dios. Con esa nueva perspectiva se describe los libros de Crónicas. Es el mismo contenido que 1 y 2 de Reyes, pero desde un nuevo ángulo de esperanza con un enfoque en Judá y el reino eterno en Jesucristo. Recuerda que Reyes se enfoca en el Norte de Israel, pero aquí Crónicas solo se enfoca en el Sur de Judá.
Examinando de cerca 1 y 2 de Crónicas
Crónicas es como una revisión de todo el Antiguo testamento. Es un libro que Dios escribió a través de Esdras para los cautivos que regresaron y recordarles su identidad de hijos de Dios y así reorganizar su historia.
La estructura de Crónicas es: 1) la genealogía u árbol familiar de David desde Adán (1 Cró 1-9); 2) el reinado de David (1 Cró 10-29); 3) el reinado de Salomón (2 Cró 1-9) y, 4) la historia de todos los reyes de Judá (2 Cró 10-36).
Crónicas inicia con la historia desde Génesis con la genealogía de Adán (1 Cró 1:1). Esdras usa este formato genealógico como herramienta para reorganizar la historia del pueblo de Dios que comenzó con Adán y recuenta la línea de David solidificando su reinado para apuntar en dirección de la Venida del Verdadero y Único Rey: Jesús, hijo de David y heredero al Trono Eterno.
Por ello se registra la descendencia de aquellos cautivos que regresan porque son ellos los actores principales que están en el escenario del Nuevo Testamento (en el tiempo de Jesús) después de los 400 años de oscuridad y silencio (período ocurrido entre el Antiguo y Nuevo Testamento); las personas que regresan a Jerusalén, luego del cautiverio, empiezan a repoblar durante 400 años y de repente el escenario está listo para el Nuevo Testamento.
El rey David es el principal personaje de Crónicas y es una evidencia que tiene dirección hacia Jesús. Crónicas narra la organización del reino, la responsabilidad de los levitas y la cultura del sacrificio en el Templo. Recordemos aquí que el centro de la cultura de Dios es el Templo y Crónicas enfatiza en esa cultura. Dios Es El Rey en Su Reino. Y el rey David fue modelo de Su Reino y por ello reestablece esa cultura del Templo que había desaparecido en los Jueces.
Entonces Crónicas desde su genealogía (1 Cró 1-9) direccionan hacia Jesucristo (Mt 1:1) y desde Génesis con Abraham (Gn 12:2) y desde antes de él (Gn 3:15) se direccionan el Rey de reyes y Señor de señores.
Después de la muerte del rey David, el pueblo unificado queda bajo gobierno de Salomón y luego de él, el reino se divide en dos (Norte y Sur). La historia de los reyes del Norte se encuentra en el libro de los Reyes. Pero ahora la historia de los reyes del Sur está en Crónicas que se centra solamente en Judá.
La historia del Sur de Judá después de la división es sencilla si la separamos en partes: 1) la época del conflicto norte-sur; 2) la época de la alianza norte-sur; y los buenos reyes; 3) la época del sufrimiento bajo Asiria; y 4) la época de destrucción por Babilonia.
1) El período del conflicto Norte-Sur
Después de la división del reino, el norte y el sur son rivales. El primer rey fue Roboam, el segundo fue Abías y el tercero fue Asa; bajos sus gobiernos se vivió un tenso período; Asa es el primero de los reyes que se dice fue un buen rey delante de Dios y hubo un poco de paz, pero después los reyes comenzaron a degradarse por el dominio y el poder haciendo una constante el mal delante de Dios.
2) El período de la cooperación del Norte-Sur y los buenos reyes
Aquí el conflicto de Judá del Sur con Israel del Norte se desvanece y llega la era de la reconciliación. Esto sucede cuando Atalía, hija de Acab y Jezabel (reyes del norte) se casa con Jorán, hijo de Josafat (rey del sur). Fue un matrimonio con fines políticos pero desastroso para la espiritualidad del pueblo de Judá.
Atalía y Joran tuvieron un hijo llamado Ocozias (el rey que gobernó después de Joran); pero este ya siendo rey es capturado y asesinado por sus propios siervos y su madre enfurecida, Atalía, ocupa el trono haciéndose la reina e intenta destruir a toda al familia del linaje de David para exterminar la casa real de Judá ¿Se dan cuenta como el enemigo quiere invalidar la promesa de un trono eterno y que nunca llegue ese Rey que se cumple en Jesucristo? Pero Dios sigue siendo El Rey y no lo permite… porque, Joás el único descendiente vivo en ese entonces de David, es guardado por Dios para continuar su pacto eterno.
Recordemos que el rey Acab del Norte de Israel hizo un papel importante al casarse con Jezabel (sacerdotisa de Baal) siendo el responsable de la entrada del Baalismo al Templo y al reino del Norte; y no conforme con ello introduce el Baalismo también al Sur de Judá a través del matrimonio de su hija Atalía con Joran, el hijo del rey Josafat de Judá. (fíjense muy bien el trasfondo de esto: un rey del sur permite que su hijo, el próximo rey, se case con la hija de una sacerdotisa de Baal heredera de su sacerdocio idolatra). Esto trajo como consecuencia la perdición de Judá que casi aniquila la descendencia del rey legítimo.
Por esto, en el Norte Dios levanta a profetas como Elías y Eliseo a luchar contra el baalismo en el Norte. Y luego levanta a profetas como Abdías y Joel en el Sur para luchar contra el baalismo del Sur. Y después otros profetas para proclamar el arrepentimiento y que se vuelvan a Dios.
Entonces Joás sobrevive, por providencia de Dios, en circunstancias dramáticas y de muerte para ocupar el trono, más tarde, iniciando una reforma religiosa que expone y destruye toda la idolatría que había entrado por Atalía y después de él los reyes que siguen son considerados buenos reyes (Amasías, Uzías, Jotán).
3) El período del sufrimiento bajo Asiria
Desde el reinado de Acaz (hijo de Jotán), Ezequías (hijo de Acaz), a lo largo de Manasés y hasta el reinado de Amón (rey N° 15 de Judá): el pueblo experimenta opresión bajo los Asirios. Recordemos que Asiria conquistó y destruyó el Norte de Israel cuando el en sur el rey era Ezequías. Y durante todos estos reyes, Judá estuvo amenazada y bajo sufrimiento por parte de los Asirios. Pero luego Babilonia conquista sobre Asiria y por ende todos sus territorios incluyendo a Israel. Aquí son activos los profetas Isaías y Miqueas.
4) El período de la ruina bajo Babilonia
Ahora el panorama cambió; ya no es Asiria la que busca conquistar Judá, ahora es Babilonia la que quiere esta tierra y lo consigue conquistándola e invadiéndola durante los reinados de los reyes: Josías, Joacaz, Joacim, Joaquín y Sedecías. Todos ellos sufren en manos de los babilonios.
Asiria se debilita y su poder ya está en manos de Babilonia y aquí entra Egipto a intervenir en ayuda para Asiria y en los asuntos de Judá. Entonces vemos a Judá atrapada, política y geográficamente, entre Babilonia y Egipto. Y durante este período de guerra entre Egipto y Babilonia, Dios sigue hablando y guiando a su reino Judá a través de los profetas como Jeremías, Nahúm, Sofonías y Habacuc. Su Reino continua.
Nota: En la próxima sesión examinaremos más de cerca esas invasiones de Babilonia ¿Sabes cuántas veces exilio Babilonia a Judá? ¿Cuál fue la razón de cada invasión?
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